Esta semana, en el marco del Proyecto SER, los alumnos y alumnas de Educación Infantil han disfrutado de una experiencia muy especial: nuestras sesiones de interioridad centradas en la postura y la relajación. Estas actividades forman parte de una propuesta educativa que busca acompañar a los niños en su crecimiento personal, ayudándoles a descubrir la importancia de su mundo interior y a desarrollar habilidades fundamentales para su bienestar y aprendizaje.
El Proyecto SER, presente en nuestro centro, apuesta por una educación integral que va más allá de los contenidos académicos. Su objetivo es educar la capacidad de interiorizar, de vivir con profundidad la relación con uno mismo, con los demás, con la naturaleza y con Dios, fomentando la calma, la introspección y la atención consciente. Para ello, las sesiones de interioridad se convierten en un espacio privilegiado donde los más pequeños pueden aprender a escuchar su cuerpo, gestionar sus emociones y encontrar momentos de serenidad en su día a día.
Durante esta semana, las actividades se han centrado en la conciencia postural y la gestión postural meditativa. A través de juegos, canciones, ejercicios de respiración y visualizaciones, los niños han explorado diferentes posturas que favorecen la relajación y la calma. Sentados en círculo, tumbados como estrellas o de pie como árboles, han experimentado cómo el cuerpo puede ayudarnos a sentirnos tranquilos y atentos. La música suave, la luz tenue y los espacios preparados con cojines han creado un ambiente acogedor y seguro, propicio para la introspección y el autoconocimiento.
Estas sesiones no solo contribuyen a mejorar la concentración y el clima del aula, sino que también favorecen el desarrollo de la empatía, la creatividad y la gestión emocional. Además, ayudan a los niños a tomar conciencia de su respiración, a identificar sus sensaciones y emociones, y a descubrir el valor del silencio y la pausa como herramientas para su bienestar.
El equipo docente de Infantil valora muy positivamente la respuesta de los alumnos, que participan con entusiasmo y curiosidad en cada propuesta.
Con iniciativas como esta, nuestro colegio sigue apostando por una educación que pone en el centro a la persona, ayudando a nuestros alumnos a crecer de forma equilibrada en todas sus dimensiones: corporal, emocional, social, intelectual y espiritual. Seguimos aprendiendo a parar, respirar y escucharnos… ¡y lo hacemos juntos, desde los primeros años!