Interioridad
Proyecto Ser
Desde el Instituto Calasancio, entendemos la educación de la interioridad como un modelo educativo o marco pedagógico que tiñe toda la vida de nuestra escuela. Su centro es el ser de la persona y, en torno a él, la propuesta de todo aquello que nos ayude a recibir una educación que nos permita conocer cómo desplegar ese ser en sus distintas edades y etapas vitales. Nace así nuestro proyecto de interioridad, llamado PROYECTO SER, cuyo objetivo general es educar la capacidad de interiorizar, de vivir con profundidad la relación con uno mismo, con las personas, con la naturaleza y con Dios, desarrollando la mirada contemplativa a partir de actitudes básicas de apertura, receptividad y compasión.
Para posibilitar esta educación de la interioridad, contamos con la labor del Equipo de Interioridad, que se encarga del desarrollo y dinamización del Proyecto en nuestro colegio. Está formado por:
Equipo de Interioridad | |
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Dª Nieves Arroyo Pérez | Coordinadora y representante de Infantil |
Dª Silvia Méndez Susana | Representante de Primaria |
Dª Mª Teresa Fernández Millas | Representante de ESO-Bac. y Pastoral |
M. Mª Eva Morcillo Carrión | Representante del Equipo de Pastoral |
Rutinas de interioridad
Nuestras escuelas están educando para tener una mirada contemplativa desde la apertura, la receptividad y la compasión; actitudes que tienen mucho que ver con la interioridad. El medio es aprender a vivir con profundidad la relación con uno mismo, con las personas, con la naturaleza y con Dios.
A continuación, queremos compartir con vosotros, algunas rutinas que trabajamos con vuestros hijos.
- Rutina «Elige tu actitud»
- Rutina «Emoticono»
- Rutina «Olas del mar»
- Protocolo TREVA
- Rutina «Mi mejor deseo»
- Rutina «Mi mejor momento»
- Rutina «Cuenta un minuto»
- Rutina «Fotografía una flor»
- Rutina «Cuidando mi casita»
El esquema de todas ellas es el mismo: hay un protocolo de entrada, una rutina de interioridad y un protocolo de salida de la práctica.
Te proponemos varios rituales para iniciar o cerrar el día. No deben de ser tiempos muy largos, sino pequeños momentos que os ayuden a tomar conciencia de la actividad que se inicia o se cierra (entre 3 y 5 minutos).
Os animamos a realizar estas rutinas en familia. Vuestros hijos las conocen, dejadles que sean vuestros maestros atentos y conscientes.