El pasado viernes 14 de enero, con motivo de su jubilación, tuvo lugar un acto de reconocimiento a un miembro de nuestra Comunidad Educativa, Dña. Mari Carmen Crespo.
Alumnos, comunidad de religiosas, PAS y profesores participamos en este emotivo homenaje. Un acto cargado de cariño y de agradecimiento a una labor que, como nuestro fundador San Faustino Míguez decía “Es la obra más noble, la más grande y la más sublime porque abraza a todo el hombre…”
El tiempo pasa y ahora toca despedirnos de Mari Carmen con una mezcla de sentimientos, entre la tristeza y la alegría.
No es fácil decir adiós a una persona que ha permanecido en el colegio 45 años. Primero como alumna y luego como personal del PAS.
Resaltamos su compromiso, bondad y entrega hacia el Instituto Calasancio, a sus compañeros, niños y familias. Todos hemos visto como su sonrisa de la mañana nos iba dando los buenos días, desde su lugar de trabajo, la portería.
Mari Carmen ha sabido ir adaptándose a los nuevos retos, transmitiendo nuestro carisma calasancio en cada gesto, fotocopia entregada, llamada telefónica…
Nuevamente, desde aquí, la felicitamos y le agradecemos su labor entre nosotros. Ahora llega el momento de cerrar esta etapa laboral y de disfrutar de su jubilo.
Gracias por demostrar cómo se tiene que ser y estar ante la vida. Tu impronta calasancia permanecerá en toda la Comunidad Educativa.