Atención personalizada
Tres son las palabras clave de nuestra pedagogía personalizada: descubrir, desarrollar y potenciar. La educación es un proceso, ante todo, centrado en la persona. Como educadores, seguimos los pasos del niño, observamos sus movimientos y acompañamos su desarrollo al compás de la naturaleza, descubriendo así su ritmo personal. A medida que van desarrollándose sus facultades, tratamos de ir propiciando el crecimiento de cada una de sus potencias.
El gesto que caracteriza al educador calasancio, y con el que nos identificamos, es el acompañamiento. Consiste en imitar al Pastor que no solo señala el camino a sus ovejas, sino que camina con ellas. El P. Faustino manifiesta que, así como el ángel custodio no descuida ni un instante la misión que tiene con respecto a su protegido, el maestro ni por un instante dejará solos a sus alumnos. Desde actitudes de escucha y atención constante e individual a los alumnos, desde el respeto hacia su propia intimidad, los educadores calasancios aplicamos la pedagogía del acompañamiento para ayudar a nuestras alumnas y alumnos en su crecimiento hacia Dios, hacia los demás y hacia la naturaleza.