Estamos celebrando la Navidad. Dios viene a nosotros en la debilidad de un Niño. Con María y José y con los pastores, reconocemos en ese Niño al Salvador que sigue iluminando nuestro mundo y que nos invita, a cada uno de nosotros, a ser luz que ilumine el caminar de nuestros hermanos.

En este ambiente navideño, nuestra Congregación celebra un nacimiento. El 2 de enero de 1885, un hombre, S. Faustino Míguez, contempló la realidad en la que vivía e hizo suyas las esperanzas y dificultades de las niñas y mujeres de una pequeña ciudad: Sanlúcar de Barrameda. En la pobreza y la sencillez, en un granero, se empezaba a encender una luz de esperanza para quienes no tenían acceso a la educación. Un grupo de mujeres, a las que Faustino enseñó a mirar con los ojos de Dios, abrieron un camino de evangelio, de buena noticia para los pobres y sencillos. El nacimiento de una obra que la Iglesia reconoció en este día y que, durante 137 años, ha seguido iluminando el camino de tantos niños y niñas, de jóvenes y mujeres que han experimentado la cercanía y el amor de Dios en las religiosas y educadores,  en la promoción y reconocimiento de su dignidad.

Con toda la Familia Calasancia, damos gracias a Dios por este aniversario. Todos estamos invitados a aportar nuestra luz, aunque sea pequeña, para iluminar la realidad de nuestro mundo y ser unos para otros cercanía, cuidado, acogida y apoyo.

Feliz cumpleaños para la Congregación a la que deseamos muchos más de fidelidad y entrega.

M. Julia García

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